Jugar es central para la constitución de la subjetividad de los niños. Cobra mucha importancia respetar ese derecho; y el jardín tiene un espacio muy importante que cubrir con relación al juego. Por lo que se podría decir que hay tres tipos de juegos que son centrales: “Uno es el juego dramático, o sea, el que permite que los chicos recreen aspectos de la realidad pero transformada. Otro es el de construcciones, que supone la acción sobre los objetos para construir otra cosa. Y el tercer tipo es el juego con reglas, donde entran los tradicionales y los de mesa.
Cada clase de juego aporta aspectos esenciales para el crecimiento de los chicos. El juego dramático es “fundamental” porque supone el desarrollo del pensamiento y del lenguaje. Los niños van construyendo su propio aprendizaje y van asumiendo distintos roles en función de sus deseos. La teatro es otra cosa, porque tiene un guión previo.
El juego de construcciones otorga la posibilidad de idear algo para poder jugar después. Supone un ponerse de acuerdo con otros, conversar, poder discutir cuando hay opiniones distintas y llegar a un acuerdo.
El juego de reglas, en tanto, implica el conocimiento de ciertos requerimientos. Conocer por ejemplo, la serie numérica para las cartas y los dados o poder establecer diferencias entre elementos para armar rompecabezas. O los juegos de grupo que requieren esperar el turno y urdir determinadas estrategias para poder ganarle al otro.Todos estos tipos de juegos son importantes, ya que favorecen el desarrollo de habilidades intelectuales, sociales y físicas.
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